¡Buenos días merybunders!
¿Qué
pasa?¿Quién se anima a tomarse un Cola-Cao conmigo? Ya te advierto, por
si decides quedarte, que hoy vengo bastante intensa.
Ya tengo
delante de mí esa taza sin asa, de esto hablaremos otro viernes porque
lo mío con las asas de las tazas es algo raro, con su humectante
Cola-Cao embriagando con su olor mis sentidos y despertando a mi
adormilado estómago.
Esta semana en una campaña de concienciación
en redes sociales ha vuelto a salir a debate el tema de las pantallas y
los niños. Yo en este aspecto tengo una posición firme y clara. Hasta
al menos los dos años nada de pantallas. La imaginación se tiene que
desarrollar y para eso necesita libertad. En esa edad, creo, el único
estímulo de una niña o niño debería ser el cariño, el contacto físico,
los cuentos, los juguetes...
Parece que vamos a ir probando las
tostadas, hoy que estoy de intensidad alta, me las he preparado con
mantequilla y mermelada. Salivo solo de pensar en el bocao.
Vamos
a ir más allá, si las pantallas son un rollo, ¿qué me decís de los
videojuegos? ¿y de los videojuegos online? Mi opinión aquí también es
clara y firme. Mis hijos no tienen videoconsola y mucho menos acceso a
juego online. Por supuesto que con control todo es posible. Y por
supuesto con todo el respeto a quien decide otros tipos de educación.
Pero nosotros no creemos que los niños estén preparados para el acceso a
juegos online y a lidiar con problemas típicos de edades infantiles de
manera virtual.
¿No os pasa que cuando se está acabando el deayuno os dan ganicas de llorar?
¿Y
lo de no respetar las edades recomendadas de películas y juegos?
Tenemos que tener en cuenta unas cuantas cosas, y las deberíamos tener
claras todos los que decidimos tener hijos, las emociones y las
habilidades sociales de las niñas y niños, hasta los 18 años, están en
formación, con lo cual no tienen la misma capacidad que un adulto para
asimilar ciertas conductas que se recogen en los videojuegos o películas, y es por esto, entre otras muchas razones, por las que se le pone edad recomendada, por ejemplo, la violencia.
Hoy no tengo nada de chocolate. ¿Aceptamos una magdalena casera como bollito de viernes?
De
un tiempo a esta parte vengo observando que las relaciones entre crías y
críos es cada vez más violenta, y perdón si ofendo a alguien, pero
parecemos gilipollas. ¿Queremos que nuestros hijos sean adolescentes
dependientes de todo, que no tengan herramientas sociales para
enfrentarse a la vida? porque si desde bien pequeños les dejamos jugar a
cosas sabiendo que les generan ansiedad y adicción, que les fomentan
conductas violentas y encima lo hacemos a edades que no les corresponde,
lo más probable es que su desarrollo se vea afectado.
¿A cuántos
conocemos todos que prefieran quedarse un fin de semana entero sin
salir jugando con la consola, en vez de ir con los amigos a relacionarse
normal, a la cara, con palabras, sin emojis? ¿Cuántos grupitos
de chavalas y chavales nos encontramos sin hablarse a la cara? Todos
mirando para abajo a una pantalla de móvil esperando que gente a la que
ni siquiera conoce le ponga un corazoncico a una foto en la que se ha trabajado el postureo para ser la o el
más guay. Si tienes en frente a tus amigas, a tus amigos, a tu
familia...que se muere por compartir contigo un tiempo real, abre los
ojos y disfrútalos.
De verdad qué de intensidad traigo hoy. Ahora sí que se me acaba el deayuno y una tímida lágrima resbala por mi mejilla, momento dramático.
Y
otra cosa os digo, que cada uno haga lo que crea que tiene que hacer y
que lo hagamos, además, respetando a quien no lo haga igual. Eso si, concienciémonos todas y todos en una cosa.
Quien
decide tener hijos lo hace comprometiéndose no solo con ellos, sino con
la sociedad en general. Pues todos esos hijos e hijas que traemos al
mundo serán el futuro. De ellos dependerá todo.
Ahora sí que nos tenemos que decir adiós. Aún nos queda peinar, poner el termómetro, echar hidrogel en las palmas de las manos, desinfectar las suelas de los zapatos, repeinar la raya para entrar bien ordenados, toser diez veces cada uno, aunque sea sin ganas, para que en el cole no nos dé la tos, hacer el repaso, cual azafata de vuelo, del plan de entrada al centro...
¡Uffff! Voy corriendo que ya no llego.
Hasta
el viernes que viene guapas y guapos. No os olvidéis pasar por mis
redes sociales, que ya soy adulta y se me permite un poco el enganche a
ellas (léase la ironía) que además de compartir cafetico los viernes os compartiré también una canción. Aquí os dejo el perfil de Instagram.
Bonicas y bonicos, gracias una vez más por compartir mi desayuno, sois lo más.Un abrazo apretao y un beso poco baboso por lo del virus.
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