viernes, 11 de noviembre de 2016

El cafetico de los viernes.

!Buenos días cafeteros y cafeteras!
¡ Cuánto tiempo sin saber de vosotros, cuánto os he echado de menos!
No tengo justificación ni excusas para mi desaparición blogistica, sólo atino a decir que me muero de ganas por retomarlo todo, por recuperar mi vida y poder hacer algo más que estudiar, hacer comentarios de texto y parlar en valencià...

Pero hoy vengo y vengo con ganas, con energía y con el subidón que nos da el mero hecho de que sea ¡VIERNESSSSSSSS! Así que vamos dejando que el humectante y negro café manche nuestro vaso de leche y disfrutemos de esta maravillosa pausa que nos da el día.

Degustando el primer sorbo de mi taza y mal diciéndome por no dejar que se enfríe un poco, os empezaré contando que tengo vértigo, un vértigo atroz a la velocidad que lleva la vida, de un tiempo a esta parte me parece que todo va en patines y cuesta abajo sin ninguna posibilidad de freno. Me aterra pensar que Jorge dentro de muy poco cumple 8, que ya no es un bebé y que se ha querido ¡CORTAR LA MELENA! Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.....De la misma manera y para contrarrestar esa prisa de mis hijos por crecer sin pedir permiso a nadie me he propuesto disfrutar de ellos todavía más, dedicarme a darles el espacio y la autonomía que sus edades reclaman pero no perderme ni un gesto de su cara, ni un movimiento de su cuerpo, ni un sólo sonido de los que emitan...

Ya a media taza, habiendo mojado un donuts y ventilado un par de puñados de cereales de chocolate, que muy delgada no me quiero quedar (léase con ironía). Dejamos a un lado el lado ñoño y profundo de la vida, y vamos a lo importante, contarme vosotr@s va, ¿qué tal os ha ido este tiempo?, ¿cómo van esas vidas?...Es que a veces me pongo a hablar y no dejo meter baza...A mí me va muy bien también, como ya he dicho muy ocupada pero contenta de haber retomado estudios y con proyectos muy chulos para el futuro que ya os contaré con más calma.

Terminamos el cafetico, ¡qué pena! no me puedo despedir sin deciros que en Alicante por fin se deja notar el otoño, que ya da gusto ponerse manga larga y un pañuelillo al cuello y que los paseos domingueros por la zona de montaña sientan de lujo.

Disfrutar la vida y los momentos mágicos que nos brinda.
Prometo volver de vez en cuando a compartir cafeticos y,si mi tiempo me lo permite,alguna cosa más.

¡Besicos babosos y abrazos apretaos, merybund@s!



La vida es un viaje a columpio entre el cielo y la luna...

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