Buenos días de mediados de septiembre.
Empezando un desayuno ajetreado y con mucha prisa os cuento que hoy mi café tiene un sabor especial, sabor a recompensa, la recompensa de saber que gracias a la unión de muchos, al esfuerzo de otros tantos y a las ganas de alguno más, por fin en nuestro cole, y no solo en el nuestro, sino en la mayoría de los que la han solicitado en la Comunidad Valenciana, ya tenemos JORNADA CONTINUA.
Y también tiene, sin embargo, un ligero sabor amargo, y no sólo por esa cualidad del café, también por la sensación de que no todo el mundo esté lo contento que me gustaría...Entiendo que hasta que todo esté más normal me resignaré a recibir collejas por las esquinas cercanas al colegio y confío en que cuando todo se ponga en marcha se vean resultados positivos para todos...
A mitad de la taza y metiéndole prisa a María que aún está decidiendo que camiseta ponerse, esto con los niños no pasa diréis, pues falso, sólo les dejo que decidan la ropa ellos los viernes, y ambos se pegan diez minutos frente al armario decidiendo y observando. Otra cosa os digo, tengo vértigo, un vértigo controlado, pero vértigo...Y el domingo salgo a dar un agradable paseo en globo. Por si no sobrevivo a la presión quiero que sepáis que ha sido un placer compartir este tiempo con vosotros y por favor os pido que los viernes me recordéis con el cariño que a estas lineas les imprimo.
Y ahora ya sí recogiendo trastos de desayuno y repasando las voceras de los miniyo me despido como cada semana con el firme propósito de disfrutar al máximo el fin de semana.
Un besancano y abrazos apretaos para todo el que los quiera recibir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario