¡Buenos días Merybundos!
Empezamos, arranca curso escolar, y en mi caso con ello año nuevo. Y tengo que reconocer que lo empiezo con más susto que otros y con una presión especial, me acecha un cargo nuevo en el cole y la vuelta al mundo estudiantil, me tiene en vilo la situación.
Ahora sí removiendo el templado colacao en la taza y mirando como las burbujas que se crean en la parte superior juegan al corro de la patata, intento estructurar mi tiempo para que de a todo, porque no me apetece dejar nada en el tintero y quiero hacer lo mejor que sepa cada una de las facetas de este curso.
No tengo ni hambre, no me apetecen tostadas, ni galletas, otra cosa sería si tuviera un algo de chocolate chorreante delante, claro. Y es que estoy como niño el primer día de cole, me duele la barriga, me apetece moverme mucho y muy deprisa, se me seca la boca y me falta aire, y que nadie se asuste que no es un ataque de ansiedad, es pura y llanamente felicidad.
Ya a mitad de taza vamos a lo que venía, confesarme...
De ante mano quiero pedir perdón por todas las veces que a lo largo de este curso voy a meter la pata dentro del AMPA del cole, por todo lo que diré que quiero hacer y que nunca llegaré a conseguir, por todas las veces que no me sabré mostrar imparcial ante algo que me toque seriamente, por haceros recortar mucho y pintar algo, por meter a todo el que me siga en algún que otro berenjenal y por cien cosas más que pasarán, sólo quiero que tengáis en cuenta tod@s que confío plenamente en que formaremos un gran equipo, en que se lo haremos pasar bien a niñ@s y padres. Y por favor tener en cuenta que todo lo que hago lo hago de corazón.
Y ahora sí terminando la leche y recogiendo a toda pastilla que hoy ¡HAY COLE! quiero también pedir perdón a Toni por las noches que voy a llegar tan cansada que no me dará la vida ni para un hola, por la de tardes que se tendrá que encargar sólo de cenas y cuentos, por la mala leche que el estrés me hará sacar de vez en cuando, intentaré controlarlo...No te preocupes todavía tengo guardados abrazos y besos de paces para todas las meteduras de pata del año. Confío en que sabrás entenderme y apoyarme en mi nueva etapa de estudiante.
Y ahora sí me despido una semana más con un peso menos de saber que he dicho todo lo que arrastraban mis talones, me siento mucho más ligera y con ganas de ir a por todas.
Feliz fin de semana y a disfrutar de lo que queda de veranito!!!!
Besos y abrazotes fuertemente apretujados.