¡Buenos días de viernes!
Hoy si me lo permitís voy a dedicar éste nuestro café a mi hermana Eva, porque cambia de decena, porque hoy cumple 40, y por si no os lo había dicho, cumplir 40 mola...
Empezando nuestra taza de café os voy a contar lo que supone para mí tenerla siempre cerca, saber que está a medio portal de casa me hace estar tranquila.
Ella siempre se queja de que sólo le decimos lo organizada que es y la gran capacidad de coordinación que tiene, y lo que no sabe es que en el fondo lo que queremos decir es que sin ella ésto se viene abajo.
A media taza y disfrutándola a pequeños sorbos, os contaré, como secreto, que ha sido en numerosas ocasiones mi referente, mi ejemplo y que envidio su constancia y sus fuerzas para luchar por lo que quiere, para nadar contracorriente si hace falta para llegar a donde tiene pensado.
Ella me introdujo en el mundo laboral, me cogió de la mano y me enseñó a andar por las ETT, a redactar un curriculum, a tener constancia y a echarle morro a una entrevista de trabajo...Gracias hermana por ello y por mil cosas más que he aprendido de ti, como por ejemplo a poner la mesa bonita cuando vienen invitados...Y por otras muchas en las que sigo trabajando, como a tener una rutina de orden...
Por no hablar de su inmensa generosidad, capaz de aparcar en un rincón sus ganas para echar una mano a quien le haga falta.
Ya llegando al final de el café de mitad de mañana, sólo me queda deciros la suerte que tengo de que sea mi hermana, de disfrutar de ella cada día, de poder contarle todo y saber que aportará la luz que muchas veces necesita el oscuro callejón por el que a menudo paseo.
Y ahora sí con el ultimo sorbo, te digo a tí, Evi, que te quiero infinito, que gracias por estar, por ser... La hermana perfecta, la cuñada de oro y la tía prefe...
FELICES 40...Y 50...Y 60...y 109!!!
viernes, 12 de agosto de 2016
viernes, 5 de agosto de 2016
El cafetico de los viernes.
Buenos días de viernes de agosto, ¿YA?!!!!! Madre del amor hermoso lo que corre el reloj, el tiempo y el verano...
Empezamos este cafelito, yo un colacao, que sólo me faltaba aumentar también mi ritmo cardíaco, hablando sobre lo rápido que se me está pasando esta vida...A nadie le parece que algo ha debido pasar en los últimos tiempos para que cada vez corra más el asunto, ¿dónde quedaron aquellas laaaaaaaaaargas tardes de verano?, aquellas siestas interminables viendo sufrir en la tele a un puñado de muchachos cuesta arriba en sus bicicletas, ese desear que empezara la rutina porque estabas hasta las orejas de ocio....
Y me aplico a mí misma el consejo de disfrutarla al máximo, empaparme de momentos, de recuerdos y disfrutar cada sonrisa, cada abrazo y cada beso pringoso, dulce o baboso que me den y de.
Se está poniendo melancólico el cola cao, me comeré un donete para alegrar el asunto.
Hace unos días leía un artículo en el que se hablaba precisamente de eso, de que hemos perdido la costumbre a disfrutar. Creo que es totalmente verdad en la mayoría de la especie humana, y es un gran error, porque cuando seas viejo y te pares a hacer balance de lo pasado, no te hará sonreír lo que corrías para llegar al trabajo, ni los fines de semana que te quedaste sin salir a charlar con los amigos, ni el viaje que se te quedó en el tintero, te hará marcar esa arruguilla en la comisura del labio todo lo que disfrutaste una comida con sobre mesa de horas, o la charla tirada en la arena de la playa con tus hijos durante horas, o dejarte enterrar a la orilla del mar por una cuadrilla de mocosos...
Y eso pienso hacer yo, jugar más con mis hijos y limpiar menos, disfrutar más de los momentos y olvidarme de todo cuando esté con mi gente, no decir que no a ningún plan que me apetezca por si mañana no me llega el presupuesto para una super tv plana con acceso a internet...
Voy a usar menos las tecnologías y buscaré la inspiración en lo que me rodea. Y sobretodo entregaré mi cuerpo entero y mi energía a hacer reír cada día a quienes me rodean, porque creo firmemente en la premisa de que una sonrisa vale más que todo el oro del mundo.
A sí que ya sabéis apliquémonos un poquito esta filosofía y "melenas al viento y a vivir el momento"
La foto no es mía pero me parece de lo más tierno, ojala lleguemos a esa edad con todas las ganas de seguir apoyándonos el uno en el otro y con la confianza absoluta de que somos tal para cual...
Empezamos este cafelito, yo un colacao, que sólo me faltaba aumentar también mi ritmo cardíaco, hablando sobre lo rápido que se me está pasando esta vida...A nadie le parece que algo ha debido pasar en los últimos tiempos para que cada vez corra más el asunto, ¿dónde quedaron aquellas laaaaaaaaaargas tardes de verano?, aquellas siestas interminables viendo sufrir en la tele a un puñado de muchachos cuesta arriba en sus bicicletas, ese desear que empezara la rutina porque estabas hasta las orejas de ocio....
Y me aplico a mí misma el consejo de disfrutarla al máximo, empaparme de momentos, de recuerdos y disfrutar cada sonrisa, cada abrazo y cada beso pringoso, dulce o baboso que me den y de.
Se está poniendo melancólico el cola cao, me comeré un donete para alegrar el asunto.
Hace unos días leía un artículo en el que se hablaba precisamente de eso, de que hemos perdido la costumbre a disfrutar. Creo que es totalmente verdad en la mayoría de la especie humana, y es un gran error, porque cuando seas viejo y te pares a hacer balance de lo pasado, no te hará sonreír lo que corrías para llegar al trabajo, ni los fines de semana que te quedaste sin salir a charlar con los amigos, ni el viaje que se te quedó en el tintero, te hará marcar esa arruguilla en la comisura del labio todo lo que disfrutaste una comida con sobre mesa de horas, o la charla tirada en la arena de la playa con tus hijos durante horas, o dejarte enterrar a la orilla del mar por una cuadrilla de mocosos...
Y eso pienso hacer yo, jugar más con mis hijos y limpiar menos, disfrutar más de los momentos y olvidarme de todo cuando esté con mi gente, no decir que no a ningún plan que me apetezca por si mañana no me llega el presupuesto para una super tv plana con acceso a internet...
Voy a usar menos las tecnologías y buscaré la inspiración en lo que me rodea. Y sobretodo entregaré mi cuerpo entero y mi energía a hacer reír cada día a quienes me rodean, porque creo firmemente en la premisa de que una sonrisa vale más que todo el oro del mundo.
A sí que ya sabéis apliquémonos un poquito esta filosofía y "melenas al viento y a vivir el momento"
La foto no es mía pero me parece de lo más tierno, ojala lleguemos a esa edad con todas las ganas de seguir apoyándonos el uno en el otro y con la confianza absoluta de que somos tal para cual...
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