No podía empezar ésta entrada con otra cosa que no fuera un " Había una vez". Y es que, de eso precisamente es de lo que va la cosa, de cuentos, de lectura y de la magia que rodea a todo aquel que es infectado por la pasión a los libros.
Éste fin de semana hemos disfrutado del encuentro más especial al que he asistido, gracias al movimitiento #hoyleemos, y gracias a @inmacucolinet por dar el paso al frente y atreverse con éste tinglado, se llevó a cabo el primer #hoyleemosAlicante
Todo empezaba a las 10:00 de la mañana con las presentaciones, en las cuales no pude estar, esto se lo tengo que agradecer a mi don de la puntualidad y a mi habitual falta de organización personal... Sobre las 10:30 empezaría el taller para padres, de la mano de Fran Pintadera, del cual me llevo, a pesar de no haber asistido todo el tiempo que duró el taller, ese destello de magia e ilusión de sus ojos al contar, la facilidad con la que mantenía a la gente enganchada al sonido de su voz y el don de hacernos reír en la ronda de cuentos.
Además de la envidia de ser capaz de mantener a un niño con ésta cara el tiempo que se proponga.
Terminado el tiempo de Fran, en el que no sólo habló él, sino que se compartieron experiencias personales y dudas a la hora de elegir cuentos para edades, momentos... Vino mi parte favorita, la sesión de cuentacuentos, en la que nos deleitaron con su arte...
Y ya cuando se daba por terminada la sesión, Jorge, que había visto en la mesa de detrás de los que andaban contando cuentos uno de sus libros favoritos desde bebé " cocodrilo", me dice: - Mamá yo quiero contar uno. Ya podéis imaginar mi cara de asombro, Jorge es capaz de no comer helado por no ir él a pedirlo, imagínate...Pero el tío se levantó, eso sí con la condición de que yo fuera con él, cogió su libro y en voz alta y clara: - VERDE;VERDE;VERDE...EL COCODRILO QUE MUERDE...
Los niños que ya conocían el cuento le ayudaron en la tarea. Para mí un momento mágico y un cierre de oro a la sesión, pero igual es el reflejo del amor de madre en mi mirada.
Después de todos los cuentos, tocaba sorteos, hubo de todo, libros , una mochila y marca páginas de Heron and Bear, un letrero de #hoyleemos de la caja azul...Y aunque nos mantuvimos con los dedos cruzados y la concentración máxima en el 16, que era nuestro número, no tuvimos esa suerte. Aún así no nos vinimos a casa con las manos vacías, @inmacucolinet nos repartió a cada uno de los asistentes una mochila con un cuento dentro adecuado para las edades de nuestros peques.
No puedo despedir la entrada sin hacer mención a lo que me gustó la mesa que se había preparado Fran Pintadera, llenita, llenita de cuentos...
Me traje media cuartilla, por lo meno,s de títulos apuntaos para leer, de los cuales, la mitad, estoy segura que compraremos para casa.
Aunque con la rabia de no haber podido asistir desde el minuto uno, me encantó la experiencia. Me dio fastidió no contar con la oportunidad de haber hablado con todas y cada una de las asistentes, pero confío en que habrá un millón más de ocasiones, o por lo menos otra...
Espero que se os haya despertado la curiosidad, hasta el punto de que el año que viene, o cuando Inma se envalentone de nuevo a montarlo, se tenga que hacer, como mínimo, en la plaza de toros.
Y colorín colorado éste cuento....
Además de la envidia de ser capaz de mantener a un niño con ésta cara el tiempo que se proponga.
Terminado el tiempo de Fran, en el que no sólo habló él, sino que se compartieron experiencias personales y dudas a la hora de elegir cuentos para edades, momentos... Vino mi parte favorita, la sesión de cuentacuentos, en la que nos deleitaron con su arte...
Fran Pintadera |
Bea, de va de cuento |
María José, de Heron and Bear |
@inmacucolinet |
Y ya cuando se daba por terminada la sesión, Jorge, que había visto en la mesa de detrás de los que andaban contando cuentos uno de sus libros favoritos desde bebé " cocodrilo", me dice: - Mamá yo quiero contar uno. Ya podéis imaginar mi cara de asombro, Jorge es capaz de no comer helado por no ir él a pedirlo, imagínate...Pero el tío se levantó, eso sí con la condición de que yo fuera con él, cogió su libro y en voz alta y clara: - VERDE;VERDE;VERDE...EL COCODRILO QUE MUERDE...
Los niños que ya conocían el cuento le ayudaron en la tarea. Para mí un momento mágico y un cierre de oro a la sesión, pero igual es el reflejo del amor de madre en mi mirada.
Después de todos los cuentos, tocaba sorteos, hubo de todo, libros , una mochila y marca páginas de Heron and Bear, un letrero de #hoyleemos de la caja azul...Y aunque nos mantuvimos con los dedos cruzados y la concentración máxima en el 16, que era nuestro número, no tuvimos esa suerte. Aún así no nos vinimos a casa con las manos vacías, @inmacucolinet nos repartió a cada uno de los asistentes una mochila con un cuento dentro adecuado para las edades de nuestros peques.
El perro negro |
Me traje media cuartilla, por lo meno,s de títulos apuntaos para leer, de los cuales, la mitad, estoy segura que compraremos para casa.
Aunque con la rabia de no haber podido asistir desde el minuto uno, me encantó la experiencia. Me dio fastidió no contar con la oportunidad de haber hablado con todas y cada una de las asistentes, pero confío en que habrá un millón más de ocasiones, o por lo menos otra...
Espero que se os haya despertado la curiosidad, hasta el punto de que el año que viene, o cuando Inma se envalentone de nuevo a montarlo, se tenga que hacer, como mínimo, en la plaza de toros.
Y colorín colorado éste cuento....
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